Iniciando la creación y aprobación de los Estatutos llevándose de año y medio, siendo aprobados el 03 de Junio de 1964. Esta directiva empezó a trabajar arduamente haciendo gestiones de un préstamo para la adquisición de maquinaria agrícola, dirigiéndose a una institución que otorgaba créditos exclusivamente a Cooperativas de nombre CICAS con sede en la Antigua Guatemala, por tal efecto, el asociado Raymundo Bal queda como fiador, dejando una escritura de su propiedad, logrando la compra de una triadora, poniéndola al servicio de la población se lograba la afiliación de personas, teniendo cerca de 40 asociados en el año 1966, celebrándose el día 27 de Marzo, del mismo año, la Primera Asamblea, donde asistieron el 50% de socios.

Durante varios años se estuvo trabajando únicamente con el servicio de la triadora y en el año 1976, la población fue azotada por el terremoto del 04 de febrero, conforme el tiempo, la Institución A.I.D. donó láminas para venderlas a mitad de precio y, con lo recaudado, devolverlo a la población en proyectos, fue así que se inició la circulación de los dos cementerios, algunos de los socios que tuvieron a cargo dicho proyecto son: Joselino Bal; Victor Otzoy y Miguel Quiná, también se visitaron aldeas, caseríos y parajes para consultar los proyectos que necesitaban en la comunidad, habiendo varias solicitudes, se regalaron láminas a varias Escuelas de diferentes aldeas y en las Aldeas Palima y Simajuleu se construyeron puentes. De esta forma se devolvió el dinero a través de obras de beneficio, todo esto fue realizado en los años 1976 y finales de 1978. En años posteriores, la Cooperativa fue invitada a una reunión de 3 días en la Antigua Guatemala por A.I.D., llegando varios Alcaldes y representantes de diferentes organizaciones donde se trataron asuntos relacionados a obras de beneficio de cada comunidad, habiendo varias propuestas, siendo de la Cooperativa, la introducción de drenajes en la población, ya que se contaba, aún, con un saldo de Q.65,000,00 de las láminas vendidas. La A.I.D. sugirió realizar el proyecto en coordinación con la Municipalidad para su mantenimiento, ya que el saldo existente no compensaba el gasto, luego de varias negociaciones con los vecinos, se resolvió iniciar la obra pagando el jornal de cada trabajador y otorgando también 10 tubos por familia y la Municipalidad aportó los tubos grandes para la recolección de aguas negras. Mencionaremos algunos nombres que le dieron impulso a esta obra, entre ellos, los asociados: Joaquín Corona; Irineo Cuxil; Alberto Simón y Rufino.

De esta manera la Cooperativa ha contribuido al desarrollo del Municipio, pero en tiempos de la violencia, la sede ubicada detrás del Calvario, sufrió un atentado, lo que provocó el retiro de la mayoría de asociados, llegando casi a desaparecer. Superando estas dificultades, la Institución siguió presentando el servicio de maquinaria, pero con el tiempo llegó a sufrir desperfectos mecánicos; la directiva de ese tiempo decidió hacer un préstamo, enviando la solicitud a la Institución Norteamericana INTER-AMERICAN FUNDATION, llegando una representante a dialogar con los directivos para saber el destino del préstamo solicitado, dándole a conocer la necesidad de comprar maquinaria para el servicio de los agricultores, llevándose la información.